Estación de Ramos Mejía |
Célebre
por su literatura infantil, Mería Elena creó personajes conmovedores, como Manuelita la
Tortuga, que inspiró la película “Manuelita” (1999), dirigida por Manuel García
Ferré. Sus temas fueron musicalizados por personalidades como Mercedes Sosa y
Joan Manuel Serrat y trascendieron las fronteras argentinas. María Elena Walsh
nació en el barrio de Ramos Mejía, en Buenos Aires, el 1º de febrero de 1930.
Su
papá era un ferroviario inglés que tocaba el piano y cantaba canciones de su
tierra; su madre era una argentina descendiente de andaluces y amante de la
naturaleza.
Fue
criada en un gran caserón, con patios, gallinero, rosales, gatos, limoneros,
naranjos y una higuera. En ese ambiente emanaba mayor libertad respecto de la
tradicional educación de clase media de la época. Tímida y rebelde, leía mucho
de adolescente y publicó su primer poema a los 15 años en la revista “El
Hogar”. Poco después escribió en el diario “La Nación”.
Un
año antes de finalizar sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes
publicó su primer libro (en 1947), “Otoño imperdonable”, que recibió el segundo
premio Municipal de Poesía y fue alabado por la crítica y por los más
importantes autores hispanoamericanos. A partir de allí su vida dio un
vuelco: empezó a frecuentar círculos literarios y universitarios y escribía
ensayos. En el año 1949 viajó a Estados Unidos, invitada por Juan Ramón
Jiménez. En los años ’50 publicó “Baladas con Angel” y se autoexilió en París,
junto con Leda Valladares. Ambas formaron el dúo “Leda y María”: actuaron en
varias ciudades como intérpretes de música folclórica, recibieron premios, el
aplauso del público y grabaron el disco “Le Chant du Monde”. Por esa época
comenzó a escribir versos para niños. Sus canciones y textos infantiles
trascendieron lo didáctico y lo tradicional: generación tras generación sus
temas son cantados por miles de niños argentinos.
Realizó
además recitales unipersonales para adultos. En 1962 estrenó en el Teatro San
Martín “Canciones para mirar”, que luego grabó con CBS. Al año siguiente
estrenó “Doña Disparate y Bambuco”, representada muchas temporadas en
Argentina, América y Europa. En los años ‘60 publicó,entre otros, los libros
“El reino del revés”, "Cuentopos de Gulubú", “Hecho a mano” y
“Juguemos en el mundo”. En los ’70 volvió al país y en 1971 María Herminia Avellaneda la dirigió en
el filme “Juguemos en el Mundo”. También escribió guiones para televisión y los
libros “Tutú Maramba”, "Canciones para mirar", “Zoo Loco”, “Dailan
Kifki” y “Novios de Antaño”. En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la
Ciudad de Buenos Aires y, en 1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad
Nacional de Córdoba y Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires. En
1994 apareció la recopilación completa de sus canciones para niños y adultos y,
en 1997, “Manuelita ¿dónde vas?”.
María
Elena Walsh fue una verdadera juglar de nuestros tiempos, cuando recitaba y cantaba
sus versos, pero también, cuando denunciaba subliminalmente diversas cuestiones
sociales. Toda su rebeldía, su desencanto, su oposición, su amor a la
naturaleza y a los niños han quedado reflejados en numerosos poemas, novelas,
cuentos, canciones, ensayos y artículos periodísticos.
Serenata para la tierra de uno
Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo,
mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Por tu decencia de vidala
y por tu escándalo de sol,
por tu verano con jazmines,
mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.
Por tus antiguas rebeldías
y por la edad de tu dolor,
por tu esperanza interminable,
mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Para sembrarte de guitarra
para cuidarte en cada flor,
y odiar a los que te lastiman,
mi amor,
yo quiero vivir en vos.
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