Juan Lavalle |
En 1840, Rosas designa a
Manuel Oribe para que se encargue de eliminar a los elementos unitarios que
habían formado la Coalición del Norte, y también para que persiga al fugitivo
general Lavalle. El jefe oriental, entonces, y hasta 1843 va a desarrollar su
carrera militar por el noroeste argentino, consiguiendo victorias brillantes en
batallas decisivas que terminaron con las acciones de los unitarios y masones.
Betalla de Famaillá, el fin de Lavalle |
Juan Manuel de Rosas |
Tucumán, acaso el
epicentro más reconocido de Oribe durante su campaña militar en la
Confederación Argentina, tras la victoria federal de Famaillá, el 19 de
septiembre de 1841, pasó un momento de tranquilidad como hacía años no tenía.
El asesinado gobernador Alejandro Heredia había sido vengado, y ahora, vuelta
la calma, Tucumán era gobernada nuevamente por un federal, el general Celedonio
Gutiérrez. Movido Entonces, el 24 de enero de 1842 resolvió mediante un decreto
erigir un monumento en honor de Juan Manuel de Rosas y del general Manuel
Oribe.
Gral. Celedonio Gutierrez |
En el cuerpo del decreto
quedaba especificado que “la grande obra de la Libertad Argentina es debida al
Heroico Defensor de la Independencia Americana, Nuestro Ilustre Restaurador de
las Leyes, Brigadier General D. Juan Manuel de Rosas”, y que “el ejército unido
de vanguardia de la Confederación Argentina ha cumplido gloriosamente la noble
misión de libertar a la República de la atroz, sangrienta e insoportable
tiranía de los brutales salvajes unitarios impíos enemigos de Dios y de los
hombres”. Sobre Manuel Oribe decía que se “ha hecho acreedor a la eterna
gratitud y bendiciones de los buenos Argentinos por sus brillantes hechos de
armas”.
Manuel Oribe |
La construcción del
monumento, que tenía forma piramidal, se emplazó en la plaza Central, hoy Plaza
Independencia, de San Miguel de Tucumán. Registró su aspecto un dibujo al lápiz
de Juan León Pallière, ejecutado en 1858, única imagen que se posee. Si se
cumplió totalmente el decreto de Gutiérrez, debió haber tenido al pie una
inscripción que rezaba: "La provincia de Tucumán es deudora del
restablecimiento de su libertad, leyes y dignidad al Incomparable Americano
Nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes Brigadier General Don Juan Manuel de
Rosas y al valiente virtuoso Ejército Unido de Vanguardia de la Confederación
Argentina debajo del inmediato mando del Ilustre General en Jefe Brigadier
General Don Manuel Oribe"
Dibujo de Palliere, única imágen que se conserva de la Pirámide Federal |
José María del Campo |
Pero no obstante el
reconocimiento de los tucumanos para con sus libertadores federales, llegó el 3
de febrero de 1852, aunque la pirámide
no se destruyó. Pero diez años más tarde, el 9 de julio de 1862, el entonces
gobernador tucumano, presbítero José María del Campo, un torturado y fanático unitario, emitió
el Decreto N° 381 por el cual mandaba demoler la pirámide federal, “recuerdo de
oprobio cuya permanencia lastima el honor de Tucumán”, según reza con excesivo
rencor. El monumento rememora “triunfos (…) manchados por crímenes horribles”,
agrega el documento. Por eso, el Artículo 1° aclaraba que “el día 13 del
presente mes de Julio será demolida la pirámide de la plaza de esta ciudad”, y
en el siguiente artículo, decía: “En su lugar, eríjase un monumento consagrado
al recuerdo de las víctimas del año 40”. Nunca más se reivindicó la campaña de
Manuel Oribe por la provincia de Tucumán y alrededores…
Fuentes:
Barros, Marcelo. “Rosas y
sus Monumentos”, Revista del Instituto Juan Manuel de Rosas de Investigaciones
Históricas, Buenos Aires, Agosto-Septiembre 1951.
Vedoya, Juan Carlos.
“Estatuas y Masones”, Revista Todo es Historia, N° 123, Año XI, Agosto de 1977.
Paez de la Torre, Carlos. “De
las pocas estatuas hasta el torrente”, La Gaceta de Tucumán, 7 de octubre de
2012
revisionistas. com.ar
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