23 de diciembre de
1951: Moría Discepolín
Enrique Santos Discépolo |
Hijo de un músico italiano
llamado Santo Discépolo, y de Luisa Deluchi, nació el 23 de marzo de 1901
Enrique Santos Discépolo. Cursó sus primeros estudios en el Colegio de
Guadalupe de Salguero y Paraguay.
La vida lo golpeó de pequeño, en
1906 murió su padre y en 1910 su madre, por eso dijo: “Tuve una infancia
triste. Yo nunca pude decir aquellos de “cachurra monta la burra” ni hallé
atracción alguna en jugar a las bolitas o a cualquiera de los demás juegos
infantiles. Vivía aislado y taciturno. Por desgracia no era sin motivo. A los
cinco años quedé huérfano de padre y antes de cumplir los nueve perdí también a
mi madre”
En tanto Tania dijo en un
reportaje, sobre la niñez de Discépolo: “No había jugado nunca, ni a las
bolitas, ni tuvo una bicicleta, porque estaba con unos tíos muy ricos que lo
vestían de payaso todos los días... Le ponían el esmoquin, la corbatita para cenar
y eso a él le dolía mucho. Enrique empezó a jugar y a hacer cosas de chico
cuando me conoció. Nunca tuvo una bicicleta. No porque fuera pobre..., es al
revés. El pobre era el hermano.”
Luego de la muerte de sus padres,
Enrique y su hermano Armando se separaron, el primero fue a vivir con unos tíos
que tenían un buen pasar pero que eran muy estrictos a la hora de conducir la
vida de Enrique, esos fueron años muy duros para él.
Dejó el colegio religioso y
terminó los estudios en un colegio estatal, pero su vida pegará nuevamente un
vuelco cuando su hermano contrajo matrimonio y lo llevó a vivir con él, Enrique
comenzó a disfrutar de una libertad que no conocía y estableció amistades que
forjaron su vida.
Ingresó el Normal Mariano Acosta
para ser maestro, pero al poco tiempo descubrió que su vocación era otra. En
vez de concurrir al colegio “pegaba el faltazo” y concurría a una librería
donde el dueño le permitía leer los libros que estaban a la venta.
El maestro se convierte en actor
Terminó sincerándose con su
hermano cuando le transmitió que su verdadera vocación pasaba por ser actor. A
partir de ese momento comenzó una vida de bohemia que le permitió conocer “un
puñado de amigos” con los cuales compartió intereses por lo social y también
proyectos de trabajo artístico.
Armando Discépolo |
Sobre ese cambio de profesión
dirá más adelante: “Mientras estudiaba para maestro descubrí mis facultades de
actor. Fue en los ejercicios prácticos cuando daba lección a los chicos.
Explicando mi clase, más que un profesor, parecía un monologuista. Recitaba,
accionaba y hasta les marcaba el tipo. Esta vocación me la despertó y
desarrolló el ambiente que respiraba en mi casa. Vivía por entonces con mi
hermano Armando, que era y es bastante mayor que yo. Ambiente bohemio de gente
de teatro: autores, actores y músicos eran visitas constantes en nuestra casa.
Aquello me quitó pronto la escasa vocación que sentía por la enseñanza.
Entonces empecé por hacerme la rabona. En vez de ir al Normal, me iba a una
librería que había enfrente del colegio. Llevaba el mate y bollos para convidar
al librero y él me prestaba libros. Pero no eran libros de texto, sino de
teatro, de viajes, de aventura, de cuentos. Así seguí haciendo el cuento unos
meses hasta que un día le dije a mi hermano que no quería ser maestro de
escuela sino actor. Y antes de cumplir los dieciséis años debuté con Roberto
Casaux”.
Roberto Casaux |
A los quince años pasaba su mayor
tiempo en la calle y en los “Cafetines de Buenos Aires”, también a esta edad
subió por primera vez a un escenario. Debutó como actor en la obra el “Chueco
Pintos” de Armando Discépolo y Rafael José de Rosa estrenada por Roberto Casaux
el 22 de octubre de 1917. Al año siguiente estrenó su primera obra teatral “El
Duende” escrita junto a Mario Folco, en el Teatro Nacional el 31 de julio de
1918.
Desde esa temprana edad
estableció amistad con una gran cantidad de artistas, todos ellos con un fuerte
compromiso social, algunos de los cuales, más adelante, conformaron el grupo
que se conoció con el nombre de “Boedo” en contraposición al grupo “Florida”,
el cuál mostraba un mayor interés por las formas, desligándose de cualquier
interés social.
Esos días de bohemia que
compartía con figuras de la talla de Juan de Dios Filiberto o Quinquela Martín,
entre muchos otros, días de recorrer las calles de Parque Patricios, un amigo
de aquellos días Guillermo Facio Hebecquer, comentaba: “Nos hallábamos alejados
de todos los cenáculos artísticos en boga. Alejados de la calle Florida, de los
ministerios, de la Comisión, de la Academia, y de todas esas puterías, viviendo
en medio del arrabal en continuo contacto con el pueblo sufriente, haciendo de
sus dolores y de sus rebeldías las nuestras”
Discépolo y sus amigos fueron
conmovidos por los acontecimientos de la Semana Trágica ocurrida en 1919 donde
una huelga en los talleres Vasena concluyó con la muerte de varios obreros, el
cortejo fúnebre también fue atacado por la policía ayudada por los “nenes bien”
de ultra derecha, el número de víctimas se incrementó incluyendo a niños y
mujeres.
La semana trágica |
Cuando se crea el grupo Boedo con
la participación de Elías Castelnuovo y Roberto Mariani, algunos amigos de
Discépolo también se integran, sin embargo Enrique prefiere mantenerse al
margen, no obstante lo cual ya para esos tiempos, primeros años de la década del
20 ya mostraba un real interés por la situación de los trabajadores y de
aquellos sectores más sufrientes.
En su recorrido por los barrios
proletarios, Enrique incorpora sus conocimientos del alma del trabajador y las
necesidades del pueblo que cada vez son reflejadas con mayor claridad en sus
obras. Discépolo fue sobre todas las cosas un buen tipo, un hombre sensible,
que captaba el dolor ajeno y lo sentía como suyo, nunca pudo desligarse del
ambiente en que vivía y de su compromiso por los más necesitados.
En el año 1923 se estrena la
importante obra “Mateo” que llevará la firma de Armando Discépolo, con un gran
éxito. A partir de la repercusión de la obra, los coches de las plazas
adquirirán el nombre de Mateo.
Tiempo después se estrena la obra
teatral “El organito” de autoría de ambos hermanos Discépolo. En esta obra
aparecerá el mundo de seres frustrados, casi marginales, expulsados de una
sociedad para pocos. Se plantea la dificultad de la lucha por la subsistencia
Galasso nos dice: “...en “El organito” apunta ese enfoque escéptico que
reaparecerá en sus tangos, ese rebelarse contra la vida, contra esa vida que
‘nos la han hecho triste’ como decía Facio”
Tangos
Estando en Uruguay un amigo de
Enrique, José Vazquez, le enseña a tocar la guitarra, los dos serán los
creadores de “Bizcochito” a la postre el primer tango de Discépolo
Enrique tenía apenas 24 años, las
urgencias económicas lo acompañarán durante gran parte de su vida,
particularmente en aquella década del 20 y aún peor en la del 30. Pero su
situación no era exclusividad la crisis castigaba a millones. De esas
dificultades nace el tango “Que vachaché”.
Hasta ese momento las letras de
tango machacaban fundamentalmente sobre los dramas pasionales, con la aparición
de Discépolo y Manzi, el tango adquirirá una nueva dimensión que los hará
definitivamente nacional también en sus letras. “Que vachaché” fue estrenado en
1926 en Uruguay bajo una lluvia de silbidos, cuatro años después obtendría la
repercusión que se merecía, fue una de las grandes letras de Discépolo donde
mostraba la dificultad para mantener los ideales en razón de las urgencias
económicas:
Lo que hace falta es empacar
mucha moneda,
vender el alma, rifar el corazón,
tirar la poca decencia que te
queda...
Plata, plata, plata y plata otra
vez...
Así es posible que morfés todos
los días,
tengas amigos, casa, nombre...y
lo que quieras vos.
El verdadero amor se ahogó en la
sopa:
la panza es reina y el dinero
Dios.
Pero no ves, gilito embanderado,
que la razón la tiene el de más
guita?
¿Que la honradez la venden al
contado
y a la moral la dan por
moneditas?
¿Que no hay ninguna verdad que se
resista
frente a dos pesos moneda
nacional?
Vos resultás, -haciendo el
moralista-,
un disfrazao...sin carnaval...
También por aquel año 1927 surge
el tango “Chorra” que a la luz de la escasa repercusión de sus otros tangos,
Discépolo mantiene sin estrenar. También crea por ese tiempo “Esta noche me
emborracho”, Azucena Maizani la estrena con una gran repercusión en 1928, será
el primer éxito importante de Discépolo y el que le abre las puertas de los
sucesivos éxitos. Enrique comienza a ser conocido y a tener un lugar entre las
figuras del tango.
En 1928 conoce a una cantante
española Anita Luciano (Tania) de la que se enamora, no tardan en ir a vivir
juntos en un departamento de la calle Cangallo 1757
Discépolo junto a Tania |
Luego del éxito de “Esta noche me
emborracho” se estrena “Chorra” y vuelve con “Qué vachaché” que Tita Merello
convierte en éxito en 1928.
Gardel grabó casi todos sus primeros
tangos lo que legitimó y difundió la obra de Discépolo. La versión de Gardel
del 10 de octubre de 1930 de “Yira Yira” fue uno de los grandes momentos de la
música argentina según Sergio Pujol.
También empieza a ser reconocida
su actividad de actor donde interpreta a disímiles personajes como un turco, un
sacerdote, un químico o un soldado.
Nuevamente será Azucena Maizani
quién le pondrá voz a un tango de Discépolo esta vez se trataba de “Malevaje”.
Cuando Discépolo comenzaba a encontrar algo parecido al éxito una disposición
alentada por el Ministerio de Marina prohibió la difusión radial de “Chorra”,
“Esta noche me emborracho” y “Que vachaché”. Los almirantes de mentalidad
retrógrada ponían el grito en el cielo ante el lenguaje popular de las letras tangueras,
que además retrataba la dura realidad que castigaba al pueblo argentino.
Las palabras de Discépolo al
respecto fueron las siguientes:”Me hacen gracia esos que creen que los idiomas
los han hecho los sabios. Si la necesidad de un pueblo es capaz de crear un
genio, cómo pretenden que se detenga en la creación de una palabra que le hace
falta?”
A continuación, estamos en 1929,
llegó su próxima producción. “Soy un arlequín” donde pinta el retrato de su
alma dolorida, con un tema permanente para un buen tipo como Discépolo, el mal
negocio del ser bueno, y a su vez la imposibilidad de ser otra cosa que eso:
“La bondad no es profesión que halague, al contrario, duele. Más de una vez
hubiera querido ser malo, de estafado perpetuo pasar a estafador, de hombre
mordido a hombre que muerde. Pero nunca pude hacerlo. Para todo se necesita una
educación, una sangre especial. Para ladrar hay que ser perro. Y no se puede
ser luna y perro a la vez”.
La década infame
En 1929 una crisis financiera
conmueve al mundo entero, Argentina también es sacudida. La desocupación afecta
a millones de trabajadores de todos los países, el capitalismo en crisis
muestra sus flaquezas. Las grandes potencias tratarán de descargar el peso de
la crisis sobre sus colonias y semi-colonias. Argentina sufre ese embate, la
oligarquía argentina necesitaba desembarazarse del viejo caudillo Yrigoyen para
cuidar directamente de sus intereses en riesgo.
La crisis económica afectará a
millones en nuestro país, Discépolo será uno de los afectados, su eterna
dificultad se verá agravada por la crisis y también por su permanente tendencia
a dar una mano al amigo necesitado. Se verá forzado a empeñar varias de sus
pertenencias.
La dignidad de Discépolo vuelve a
mostrarse cuando rompe un contrato cinematográfico que podría haberlo alejado
de sus necesidades porque la compañía “se empeñaba en hacerme hacer cosas que
me desagradaban como artista, como hombre digno. Rompí el contrato y me quedé
de nuevo en la calle” .
Serán esas noches de necesidades
y ausencias cuando comienza a anotar los primeros versos de “Yira, yira” que se
estrenó el 5 de septiembre de 1930, al día siguiente un golpe oligárquico
derroca a Yrigoyen, iniciando una de la etapas más vergonzosas de nuestra
historia, plagada de entrega del patrimonio nacional y la más escandalosa
corrupción.
“Cuando la suerte que es grela
fayando y fayando
te largue parao..
Cuando estés bien en la vía
Sin rumbo
Desesperao”
Sobre “Yira, yira”, dirá
Discépolo: “Ese tango nació en la calle, precisamente, me lo inspiraron las
calles de Buenos Aires, el hombre de Buenos Aires, la rabia de Buenos Aires..
Yo no escribí esa canción con la mano. La padecí con el cuerpo. Quizá hoy no la
hubiera escrito porque los golpes y los años serenan. Pero entonces tenía
veinte años menos y mil esperanzas más” “Grité el dolor de muchos, no porque el
dolor de los demás me haga feliz, sino porque de esta manera estoy más cerca de
ellos y traduzco ese silencio de angustia que adivino. Use un lenguaje poco
académico porque los pueblos son siempre anteriores a las academias. Los
pueblos claman, gritan y ríen sin moldes”
“Cuando no tengas ni fe
ni yerba de ayer
secándose al sol,
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que se te haga morfar...”
“Cuando estén secas las pilas
de todos los timbres
que vos apretás
buscando un pecho fraterno
para morir abrazao,
cuando te dejen tirao
después de cinchar
los mismo que a mí
y los que estén a tu lao
se prueben la ropa
que vas a dejar..”
Con la oligarquía en el gobierno
y los diarios La Prensa y La Nación al servicio del poder económico, sólo
podían tener difusión aquellos intelectuales “puros” y sumisos al poder
imperial. El pueblo se podía expresar de muy escasas maneras, los tangos de
Discépolo era una manera de dar rienda suelta a su bronca y mostrar la terrible
realidad que no aparecía en los diarios.
Argentina tiene el vergonzoso
antecedente de haber inventado la picana, instrumento para torturar,
principalmente a los presos políticos, mientras esto sucedía, los intelectuales
de tipo Borges y Victoria Ocampo vivían despreocupados de lo que ocurría en el
país. En tanto Discépolo decía que “la razón la tiene el de más guita” “que la
moral la venden al contado y a la honradez la dan por moneditas”. La corrupción
era moneda corriente, el patrimonio nacional se entregaba sin escrúpulos, todo
eso ocurría en el paraíso oligárquico.
También escribió un sainete que
se llamaba “Caramelos Surtidos” que no tiene mayor éxito pero en la obra se
estrenó un tango que se hizo conocido “¿Qué sapa señor?”, retornando a la
crítica social. De este tango dijo Discépolo:” ¿Qué sapa señor? Es una
lamentación rea. El mundo inspira terror. El momento es de vértigo, de
desorden, de catástrofe. La tierra está incendiada por sus cuatro costados. Se
quiere destruir para reconstruir. Estamos en plena locura”.
La tierra está maldita
y el amor con gripe, en cama.
La gente en guerra grita,
bulle, mata, rompe y brama.
Al hombre lo ha mareao
el humo, al incendiar,
y ahora entreverao
no sabe dónde va.
..................................
¡Qué "sapa", Señor...
que todo es demencia!...
Nos decía Discépolo: “No he
vivido las letras de todas ellas... pero las he sentido todas, eso sí. Me he
metido en la piel de otros y las he sentido en la sangre y en la carne... Yo
vivo los problemas ajenos con una intensidad martirizante impropia de estos pocos
kilos que visto y calzo...”.
Las pasajeras mejorías económicas
de las finanzas de Discépolo no duraban demasiado en razón de los muchos
necesitados del momento y su imposibilidad de negar ayuda a cualquiera que se
le acercara.
Sus múltiples actividades lo
encuentran trabajando junto a su hermano Armando en la autoría de la obra
teatral con base histórica llamada “La Pericona”, la misma no tendrá mayor
éxito, pero en cambio la adaptación de la obra “Wunder Bar” contará con la
aceptación del público, también la actuación de Enrique merecerá el
reconocimiento de la concurrencia.
El año 1932 golpeará duramente
las ilusiones y la economía del pueblo, la miseria se incrementa a niveles
nunca vistos, otros autores se sumarán a Discépolo en su interés por reflejar
ese momento del país. Canaro y Pelay convertirán en un éxito el tema “¿Dónde
hay un mango?”, en tanto que Cadícamo decía que “Al mundo le falta un
tornillo”.
Toda la década del treinta será
demoledora para las esperanzas de la gente, particularmente para la
intelectualidad argentina que no encontrará su lugar en esa Argentina
oligárquica y miserable. Leopoldo Lugones (1938), Alfonsina Storni (1938),
Horacio Quiroga (1937), Lisandro de la Torre (1938), serán algunos de los
nombres que se suicidaron.
Las letras de Discépolo
reflejaron ese ambiente, en “Tres esperanzas” dijo:
No ves que estoy en yanta
Y bandeao por ser un gil
Cachá un bufoso y chau
Vamo a dormir.
1932 batirá el trágico record de
suicidios en la Capital Federal. Discépolo pensaba que “El drama de los otros
es casi siempre un poco el drama nuestro…”
Un nuevo tango “Quién mas, quien
menos”, nos volverá a mostrar el drama personal pero en un trasfondo de miseria
y desesperanza
“Quien más quien menos pa’
malcomer
somos la mueca de lo que soñamos
ser”
Cambalache
En 1934 enferma, flaco,
inapetente, su físico refleja su endeblez, debe parar su despliegue de
actividad.
Cambalache fue escrito ese mismo
año para la película “Alma de Bandoneón” que se estrenó en 1935 con Libertad
Lamarque como protagonista, justo ese año surgirá FORJA agrupación que nacía
para luchar contra la dependencia del país.
En tanto Discépolo nos decía que:
“El Mundo fue y será una
porquería
ya lo sé,
en el quinientos seis
y en el dos mil también”
......................
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
.....................................
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
................................
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin
remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...
...........................................
¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
.........................................
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...
El mundo estaba en manos de
tiranos de la calaña de Mussolini, Hitler y Stalin, en tanto la oligarquía
gobernaba casi sin oposición el país, con la complicidad de radicales y
socialistas.
En febrero de 1935 Discépolo
emprenderá una gira europea que lo llevara como primer destino a Madrid. Visitó
a Federico García Lorca al que había conocido en Buenos Aires dos años antes.
Ambos eran poetas y sensibles a las necesidades e inquietudes de su gente. Al
despedirse no sabían que García Lorca moriría poco tiempo después en la Guerra
Civil Española que no tardó en estallar.
En Palma de Mallorca visitando el
Monasterio donde viviera Federico Chopin, comienza a delinear una canción que
luego terminaría en Buenos Aires con el nombre de “Canción Desesperada”.
Extrañamente se encontraba en Sevilla cuando se le ocurrió componer una zamba a
la que tituló “Cascabel prisionero”
En Tetúan, ciudad de Marruecos,
no poca sorpresa tuvo Discépolo al escuchar que un comerciante cantaba “Yira,
yira”, la música de Discépolo había adquirido, sin que él se diera cuenta,
dimensión internacional. Sus letras reflejaban un sentimiento que no era
solamente argentino, sino que marcaba a toda una época mundial donde resaltaba
la desesperanza y los fracasos.
Al contrario de muchos argentino,
París no lo deslumbra, por el contrario dirá sobre la ciudad: “París al
principio da la impresión de una ciudad inhospitalaria . Pero cuando uno la
conoce a fondo, cuando se adentra en su alma, cuando profundiza en la intimidad
de los parisienses, entonces… entonces
es más inhospitalaria todavía”
Un incidente se sucede en París,
unos empresarios quieren imponerle la obligación de actuar vestido de gaucho,
Discépolo se niega terminantemente, logrando imponer su criterio.
A un hombre sensible como
Discépolo no podía menos que conmoverlo la tragedia que se avecinaba en Europa,
primero en España y luego en todo el Continente. Estaba regresando a su país
cuando una noticia lo golpea, su amigo Federico García Lorca había sido
asesinado por los fascistas aquél 19 de agosto de 1936.
Director, actor, guionista y músico
Otra pasión de Discépolo fue el
cine, en 1935 había puesto música a la película “Alma de Bandoneón”, Al
regresar de Europa participa del film “Mateo”, bajo la dirección de Daniel
Tinayre. También actúa en “Melodías Porteñas” donde también colaboró con la
adaptación y la música. En esta última película estrena dos tangos “Melodía
Porteña” y “Condena “.
El cine donde Discépolo insiste
no recibe el reconocimiento esperado, ”Cuatro Corazones” fue su primer película
como director, la crítica es dura con el film
No obstante Discépolo insiste con
otras dos películas: “Caprichosa y millonaria “ de 1940 fue dirigida y con
guión de Discépolo a quién también pertenecía la música, protagonizada por
Paulina Sigerman y trabajaban entre otros, Tania, Augusto Codecá y Eduardo
Sandrini. “Un señor mucamo” de 1940 dirigida por Discépolo con un argumento de
él, protagonizada por Tito Lusiardo con las actuaciones de Osvaldo Miranda ,
Eduardo Rudy y Armando Bo, pero la crítica vuelve a cuestionar duramente su
obra.
Fantasmas de Buenos Aires de 1942
dirigida por Discépolo, fue protagonizada por Pepe Arias y Zully Moreno.
Dirigió una de las películas de Niní Marshal : “Cándida, la mujer del año”
(1943), también fue co-autor del guión.
En 1950 comenzó el rodaje de “El
hincha” un verdadero homenaje al hincha del futbol, en una época que no había
barras bravas y el futbol no estaba tan comercializado, la película fue
estrenada el 13 de abril de 1951 los intérpretes fueron además de Discépolo,
Diana Maggi, Mario Passano. El director Manuel Moreno. El argumento de
Discépolo y Julio Porter
Otra de las actividades que
consume gran parte de sus esfuerzos es su trabajo como vocal de la Comisión
Directiva de SADAIC, que comienza la lucha por el reconocimiento de los
derechos de autor, que hasta ese momento no recibían remuneración alguna.
En la década del 40 la producción
de tangos de Discépolo comienza a disminuir, en 1940 es autor de “Martirio” y
en 1941 “Infamia”, en ambos aborda el tema del fracaso amoroso.
Retorna permanentemente al
teatro, es autor de dos obras: en colaboración con Manuel Meaños: “Blancanieves
y sus ocho ministros” y “Una revista de amor”. Las cuales no son de buena
calidad. Los sucesivos fracasos terminan por deprimirlo y se queda encerrado en
su departamento de la calle Uruguay.
Compra un chalet en la Lucila y
se instala en él junto a Tania. Sus amigos van a visitarlo y de esas reuniones
surgen nuevas canciones. Junto a Julian Centeya escriben: “¿Qué querías ganar
con tu traición?”
Ahí en la Lucila surgirá un nuevo
tango que se convertirá en clásico “Uno”, sobre este tema dirá Discépolo: ”Muchos
amigos dijeron que la amargura de “Uno resultaba tremenda y desoladora...Pero
yo estuve mucha veces ‘solo en mi dolor y ciego en mi penar’. Y aquello de
‘punto muerto de las almas’ no es pura invención literaria como tampoco los de
‘llorar mi propia muerte’” “Quizá sea exagerada-por salvaje, repite- la imagen
de ‘si yo tuviera el corazón’, pero hay que vivir para entender eso y vivir intensamente.
Como viven en mi tierra y en otras tierras tantos seres. La gente de nuestro
siglo sufre mucho. Es un período terrible y preciosos...”
A fines de 1943 da fin a “Uno”
con música de Mariano Mores.
Durante el gobierno surgido del
golpe de junio de 1943 El ministro de Educación, el fascista Gustavo Martinez Zubiría (Hugo
Wast) forma una comisión presidida por el monseñor Gustavo Guareschi que tenía
por finalidad cuidar el idioma y comenzaron una campaña que afectó al lunfardo
y a varios tangos de Discépolo
Discépolo junto con la Comisión
directiva de SADAIC se reunieron con el Secretario de Trabajo y Previsión,
Coronel Perón para plantear el problema de la censura.
El tanto se muda desde la Lucila
a un departamento de la calle Callao entre Viamonte y Córdoba.
El peronismo
Discépolo ya tenía simpatía por
Perón, la cual se acentuó luego del 17 de octubre de 1945. Nunca había asumido
posiciones directamente políticas pero siempre había tomado partido por los
desamparados, por los que sufrían.
Cuando la fórmula liderada por
Juan Perón venció a la de la Unión Democrática el 24 de febrero de 1946
Discépolo se encontraba de gira por México.
Según el relato de Tania,
Discepolo conoció a Perón en Chile cuando era agregado en la embajada
argentina, cuando Perón fue nombrado en la Secretaria de Trabajo y Previsión
comenzaron a verse con asiduidad llegando a forjar una amistad la que también
se extendió a Evita
Mientras los trabajadores
accedían a derechos impensables unos años antes, la pequeña burguesía empieza a
acumular rencor, porque debían compartir los restaurantes, los teatros, los
cines y los lugares de veraneo con los obreros llegados del interior.
Gran parte de las relaciones de
Discépolo provenían de esa clase media que lo empieza a mirar con desconfianza
que luego se convertirá en abierta enemistad, porque se había definido
abiertamente a favor del gobierno peronista.
En el medio Enrique le pone letra
a “El Choclo” aquel tango de Villoldo. Poco tiempo después compone “Cafetín de
Buenos Aires”. Estaba cenando en una cantina de la Boca cuando ve contra la
ventana un chico que miraba desde afuera con ojos de asombro y le recordó a su
adolescencia cuando desde afuera miraba los bares donde los mayores discutían
de temas importantes.
“De chiquilín te miraba de
afuera,
como esas cosas que nuca se
alcanzan,
la ñata contra el vidrio
en un azul de frío
que sólo fue después viviendo
igual al mío”
Uno de los mejores tangos de
Discépolo un homenaje a la amistad y a la bohemia
La relación con Perón se
fortalece, periódicamente concurre a la Casa Rosada o a la quinta de San
Vicente a charlar con el general, en tanto que éste dirá de Discépolo que fue
“el más grande poeta popular de la Argentina”
En esas visitas Discépolo quedará
admirado de la personalidad de Eva Perón, también hará una costumbre visitarla
en su despacho en el Concejo Deliberante.
En tanto en Radio Belgrano inició
un ciclo que tituló “Como nacieron mis canciones” donde relataba el origen de
cada una de sus composiciones
Junto a Julio Porter escribirá
una de obras teatrales más conocidas “Blum” estrenada en el Teatro Alvear,
también actuaba en el papel del millonario.
Otro poeta popular y luchador de
la causa nacional a través de FORJA, Homero Manzi, compondrá un tema homenaje a
Discépolo que tituló “Discepolín”, Troilo se encargará de la música. En una
cena en la casa de Discépolo, Manzi le da a conocer su poema dedicado a
Discépolo. Estaban presentes sus grandes amigos Troilo y Osvaldo Miranda.
Decía Manzi en “Discepolín”:
Con tu lágrima amarga y escondida
con tu careta pálida de clon
y con esa sonrisa entristecida
que florece en verso y canción”
“La gente se te arrima con un
montón de penas
y tú las acaricias casi con
temblor
te duele como propia la cicatriz
ajena
aquel no tuvo suerte y ésta no
tuvo amor”
“AL fin quién es culpable de la
vida grotesca
ni del alma manchada con sangre
de carmín
Mejor es que salgamos antes que
amanezca,
Antes de que lloremos, viejo
Discepolín...
La pista se ha poblado al ruido
de la orquesta,
Se abrazan bajo el foco muñecos
de aserrín
¿No ves que están bailando? ¿ no
ves que están de fiesta?
Vamos, que todo duele, viejo
Discepolín”
En tanto el peronismo comenzó a
emitir un programa por radio en defensa de su gobierno, con libreto de Abel
Santa Cruz , diversos actores que leen el guión. Pasan por el programa Luis
Sandrini, Lola Membrives, Pierina Dealessi, Tita Merello , Juan Jose Miguez y
otros.
Mordiquisto
En junio de 1951 es invitado a
hacer la audición “Pienso y digo lo que pienso”, Discépolo se resiste al
principio, pero termina por aceptar aunque imponiendo reformas a los libretos,
colaborarán con él Abel Santa Cruz y Julio Porter, pero quedará en manos de
Discépolo la redacción definitiva.
El 11 de julio de 1951 comienza
la etapa de Discépolo en ese programa radial en defensa de la Revolución
Nacional y denunciando el papel del opositor tilingo que desde la clase media
criticaba al gobierno. “Antes no había nada, ni dinero, ni indemnización, ni
amparo a la vejez.. y vos no decías ni medio, vos no protestabas nunca, vos te
conformabas con una vida de araña. Ahora ganás bien, ahora están protegidos vos
y tus hijos y tus padres. Si, pero tenés razón, no hay queso... Vos el mismo
que estás preocupado porque no podés tomar té de Ceylan ... y durante toda tu
vida tomaste mate”
Sólo como lo hiciera Jauretche,
Discépolo desnudaba esa mentalidad pequeña burguesa que creía que su ascenso
social era sólo producto de su habilidad profesional, no de las condiciones
favorables del país. Pero como la envidia es la fuerza que lo mueve no podía
soportar hacer la misma cola que el obrero.
Esta colaboración le gana una
infinidad de adhesiones, pero también muchas enemistades de gente a los que
Discépolo criticaba en sus programas.
Cada una de las conquistas del
peronismo fueron defendidas desde ese programa radial con una lucidez y
claridad que muchas veces el propio peronismo no podía encontrar en su
propaganda política.
La inquietud permanente de
Discépolo lo hacen buscar nuevas formas para mejorar el programa, es así que
decidió incorporar un personaje como el prototipo del opositor a ultranza, al
que llamó “Mordisquito”, a partir de ahí ese sobrenombre fue aplicado al propio
Discépolo.
La hostilidad contra Discépolo se
acentúa su teléfono recibe persistentemente llamadas con amenazas o insultos.
Discépolo sufre el dolor por la incomprensión de muchos que incluso habían sido
amigos de él y que ahora se alejan por su adhesión al peronismo, los
antiperonistas no dejan oportunidad por hacer saber su repudio a la posición
del Discépolo, a este le duele cada acto de desprecio , su salud de por sí
débil se resiente.
No obstante, en el golpe de
estado frustrado de Benjamín Menéndez de 1951, junto a los trabajadores de la
CGT que se movilizan para defender al gobierno también se movilizan Hugo del
Carril y Enrique Santos Discépolo.
Pero el hostigamiento a su figura
continuará de manera implacable al ingresar a un restaurante fue silbado, en
tanto hasta el candidato presidencial de la UCR Balbín, lo cita en un discurso
para criticarlo.
Discépolo le contesta al día
siguiente:
“... yo no lo inventé a Perón, ni
a Eva Perón. ... los trajo la ausencia total de leyes sociales que estuvieran
en consonancia con la época. Los trajo tu tremendo desprecio por las clases
pobres a las que masacraste, desde Santa Cruz hasta lo de Vassena, porque pedía
un mínimo respeto a su dignidad de hombres y un salario que los permitiera
salvar a los suyos del hambre. Sí, del hambre y de la terrible promiscuidad de
sus viviendas en las que tenían que hacinar lo mismo sus ansias que su asco.
No. Yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón. ¡Vos los creaste! Con tu
intolerancia. Con tu crueldad. Con la misma crueldad aquella del candidato a
presidente que mataba peones en su ingenio porque le pisaban un poco fuerte las
piedritas del camino a la hora de la siesta.”
“Pero yo no lo invento a Perón ni
a Eva Perón. Los trajo la estulticia que manejaba el país. Mirá, si vos
hubieras estado en la Semana Trágica como yo y como tantos, en Cochabamba y
Barcala, y hubieras visto morir primero a aquellos cinco, fuego a cientos y
hubieras visto masacrar judíos por una "gioriosa" institución que nos
llenó de vergüenza, no hubieras formado nunca más parte de ese partido que
integrás por amor propio y quizá por ignorancia de tantos hechos delictuosos
que son los que empezaron a preparar la llegada de Perón y Eva Perón. En un
país milagroso de rico, arriba y abajo del suelo, la gente muerta de hambre.
Los maestros sirviendo de burla en lugar de hacer llorar porque estaban sin
cobrar un año entero. ¡No! ¡Y todo vendido! ¡Y todo entregado! Yo sé que te da
rabia que te lo repitan tantas veces, pero es que entristece también pensar que
no lo querés oír. El otro día, en un discurso oí que decías refiriéndote a un
gobierno de 1918: "Ya por ese entonces los obreros gozaban..." ¿De
qué gozaban? ¡Los gozaban!, que no es lo mismo. Y, sí, Mordisquito, ¡los
gozaban!”
Mordisquito y el peronismo.... Gracias Carla Mitre!!!
Así como fue despreciado por la
oposición, cuando se dirigió a la Casa Rosada para saludar a Perón por el
triunfo en la elección del 11 de noviembre de 1951, la multitud al reconocerlo
lo viva y lo levanta en andas en andas.
Al retornar a su casa mientras
descansaba, un griterío lo despierta, parte de los manifestantes se dirigieron
a su casa para saludar y reconocer que parte del triunfo también era suyo.
Poco tiempo después Discépolo
visita a Perón en la Casa Rosada, pero esta vez para anunciarle que pensaba
irse del país. A pesar de la ferviente adhesión al gobierno no podía soportar
el agravio y la amenaza constante a la que fue sometido.
Discépolo necesitaba ser querido
por todos y su incursión en la política le valió un odio del que no era
merecedor, por eso dijo: ” Negar que he deseado ser querido, sería una
impostura. Lo he soñado, lo he padecido y lo sufro con agrado. Siempre he
deseado que me quisieran, aunque esta aspiración no conduzca jamás a buenos
resultados comerciales, ni traiga aparejada una libreta de cheques. Pero mi
capacidad fraternal es tan sincera, de tan sencilla buena fe, que soy de los
que quieren, sin discriminar, a la guía telefónica entera. Quiero a los que me
saludan y quiero hasta a los que me estafan...”.
En vísperas de Nochebuena
comienza a sentirse mal, un fuerte dolor en el pecho lo obliga a acostarse un
síncope paraliza su corazón. Los últimos acontecimientos fueron demasiado para
su corazón. Lo acompañan Tania y su amigo Osvaldo Miranda, al rato llega Aníbal
Troilo
La noticia se esparce por la
ciudad, aquél 23 de diciembre de 1953 fue el último de Discepolín, Fue velado
en SADAIC , una gran cantidad de amigos y admiradores concurrieron, Perón pasó
a despedirse del gran poeta.
El Teatro Presidente Alvear pasó
a llamarse Enrique Santos Discépolo por decisión de Perón. El 24 de diciembre
fue enterrado en Chacarita.
En su escritorio quedaron dos
tangos sin letra que luego serán “Mensaje” y “Andrajos” , también se encuentra
los versos “falsa escuadra” que luego se llamará “Fangal”. También se encuentra
la letra inconclusa de “Fratelanza”. Poco después de su muerte aparecerá un
libro titulado “A mí me la vas a contar” donde se recopilan las 37 charlas de
las audiciones “Pienso y digo lo que pienso”
En 1953 Cátulo Castillo le pondrá
letra a “Mensaje” un tango de Discépolo que había quedado sin letra. Hermoso
poema que define la filosofía de vida de Discépolo:
“Nunca quieras mal
¡total, la vida que importe!
Si es tan finita y tan corta
Que al fin
El piolín se corta
No te aflija el esquinazo del
dolor
y si el amor te hace caso
no le niegues tu pedazo de candor
que es lindo creerle al amor”
“Bueno y nada mas
que siendo bueno
no hay odio ni injusticia ni
veneno
que haga mal”
El golpe oligárquico de 1955 se
ensaña también con Discépolo el Teatro Enrique Santos Discépolo vuelve a
llamarse Presidente Alvear.
La vida de Discépolo será rodeada
de un profundo silencio, si bien no pudieron prohibir sus canciones lograron
que los medios de comunicación nada dijeran sobre uno de los más grandes poetas
populares, su pensamiento fue distorsionado, silenciando su compromiso político
y social , y adjudicando la profundidad de “Cambalache, Yira..Yira o “Que
vachache?” a problemas personales o una tendencia a la depresión del autor.
La vigencia de sus letras, aún en
nuestros días, mostraban más allá de cualquier elogio, su posibilidad de bucear
en lo hondo del alma humana. En la decadencia del menemismo y la debacle
delarruista, cuantas veces los argentinos nos vimos, aún sin pensarlo,
musitando, gritando o cantando los versos de Discépolo de Cambalache o “Yira,
yira”.
Un poeta magnífico, una gran
persona, un artista comprometido social y políticamente con los más
necesitados, fue injustamente tratado por sus contemporáneos, tal vez hoy
podamos hacer un poquito de justicia con el gran Discepolín.