domingo, 16 de diciembre de 2012

17 de diciembre de 1830: Muere Bolívar



17 de diciembre de 1830: Muere Simón Bolívar


Muerte del Libertador Simón Bolívar

El último año de vida de Simón Bolívar estuvo atravesado por las guerras intestinas de los países de América, que tanto buscaba evitar. En Bogotá, donde residía, había resistido el intento de asesinato de algunos sectores de la Gran Colombia, al grito de “tirano” y “dictador”. Estaba a la defensiva, en medio de una marea conspirativa. Cuando había respetado las libertades de palabra, reunión y prensa, no había podido evitar que éstas se volvieran contra él, pregonando los opositores el llamado al “Suicidio de Catón”. Frente a estos peligros, Bolívar había decidido quizás el único camino posible, seguramente el más difícil, a fin de mantener el sueño de una América unida. Frente a estos peligros, Bolívar enfrentó los desafíos abiertos que le habían presentado sus opositores. Declaró la ley marcial en toda Colombia, sustituyó a las autoridades civiles por militares; suspendió las garantías de libertad personal; dio orden de detener a todos los sospechosos de participar en la conspiración; condenó a muerte a catorce de ellos, incluidos hombres de importancia, como su vicepresidente Francisco de Paula Santander, a quien finalmente conmutaron la pena por el destierro.


Francisco de Paula Santander



 A su vez, Bolívar debía enfrentar la hostilidad del nuevo presidente del Perú, el general José de Lamar, quien reivindicaba para su país algunos territorios del actual Ecuador, especialmente la prometedora ciudad costera de Guayaquil, y desató una guerra en 1829, en la que el general Antonio José de Sucre colaboraría con Bolívar.



Tampoco estaban derrotadas las fuerzas españolas, que esperaban el clima propicio para reconquistar sus territorios coloniales, al tiempo que a Gran Bretaña poco le interesaba una gran unidad política, desde Perú hasta Panamá.



En mayo de 1830, agobiado por el desorden y visiblemente enfermo, Bolívar logró que el Congreso de Bogotá aceptara su renuncia. Los retos separatistas no se habían calmado, especialmente de los venezolanos, que se resistían a seguir haciendo costosas ofrendas a la unión colombiana.



Ni Bolívar, muy enfermo, ni Sucre, el único con capacidad de hacer valer su legado, estaban con fuerza para seguir luchando. Difamado en América y en Europa, habiendo vendido y rechazado toda su riqueza, el Libertador había perdido la batalla de la gran Unión. Retirado a las afueras de las murallas de Cartagena, se enteró de la muerte de su amigo Sucre. Entonces, aceptó la invitación de su seguidor Rafael Urdaneta, entonces presidente de Colombia,  de “salir del retiro para emplear los servicios como ciudadano y como soldado”, según manifestara en Carta Abierta a los colombianos, pero su propuesta fue ambigua, pues no se consideraba capaz de enfrentar nuevos desafíos.

Mariscal José Antonio de Sucre




Con fuerza apenas para caminar, con dolores por reumas y ataques de hígado, aceptó la invitación de un adinerado español para aposentarse en su finca del pequeño poblado colombiano de Santa Marta. En reposo total, Bolívar dictó varias cartas, su testamento y la última proclama a los colombianos, donde aseguró: “Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”.



El 17 de diciembre de 1830, con apenas 47 años, se cerraba el ciclo de su vida. Antes de morir, había susurrado a sus amigos: “Hemos arado en el mar”. Para conmemorar la fecha de su muerte, recordamos las palabras de su última proclama.




A los pueblos de Colombia: Carta de despedida de Bolívar




Colombianos:



Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiáis de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.



Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.



¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.



Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830.



Testamento de su excelencia, Simón Bolívar en Santa Marta, 10 de diciembre de 1830


En nombre de Dios todo Poderoso. Amén. Yo, Simón Bolívar, Libertador de la República de Colombia, natural de la ciudad de Caracas en el Departamento de Venezuela, hijo legitimo de los señores Juan Vicente Bolívar y María Concepción Palacios, difuntos, vecinos que fueron de dicha ciudad, hallándome gravemente enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, creyendo y confesando como firmemente creo y confieso el alto y soberano misterio de la Beatísima y Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y en todos los demás misterios que cree, predica y enseña nuestra Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, bajo cuya fe y creencia he vivido y protesto vivir hasta la muerte, como Católico fiel Cristiano, para estar prevenido cuando la mía me llegue con disposición testamental, bajo la invocación divina, hago, otorgo y ordeno mi Testamento en la forma siguiente:
Primeramente encomiendo mi Alma a Dios nuestro Señor que de la nada la crió, y el cuerpo a la tierra de que fue formado, dejando a disposición de mis Albaseas el funeral y entierro, y el pago de las mandas que sean necesarias para obras pías, y estén prevenidas por el gobierno.

Declaro: fui casado legalmente con la Sra. Teresa Toro, difunta, en cuyo matrimonio no tuvimos hijo alguno.

Declaro: que cuando contrajimos matrimonio, mi referida esposa, no introdujo a el ninguna dote, ni otros bienes, y yo introduje todo cuanto heredé de mis padres.

Declaro: que no poseo otros bienes mas que las tierras y minas de Aroa, situadas en la Provincia de Carabobo, y unas alhajas que constan en el inventario que debe hallarse entre mis papeles, las cuales existen en poder del Sr. Juan de Francisco Martín vecino de Cartagena.

Declaro: que solamente soy deudor de cantidad de pesos a los señores Juan de Francisco Martín y Poules y Compañía, y prevengo a mis Albaseas que estén y pasen por las cuentas que dichos Señores presenten y las satisfagan de mis bienes.

Es mi voluntad: que la medalla que me presentó el Congreso de Bolivia a nombre de aquel pueblo, se le devuelva como se lo ofrecí, en prueba del verdadero afecto, que aún en mis últimos momentos conservo a aquella República.

Es mi voluntad: que las dos obras que me regalo mi amigo el Sr. Gral. Wilson, y que pertenecieron antes a la biblioteca de Napoleón tituladas "El Contrato Social" de Ruseau y "El Arte Militar" de Montecuculi, se entreguen a la Universidad de Caracas.

Es mi voluntad: que de mis bienes se le den a mi fiel mayordomo José Palacios la cantidad de ocho mil pesos, en remuneración a sus constantes servicios.

Ordeno: que los papeles que se hallan en poder del Sr. Pavageau, se quemen.
Es mi voluntad: que después de mi fallecimiento, mis restos sean depositados en la ciudad de Caracas, mi país natal.

Mando a mis Albaceas que la espada que me regaló el Gran Mariscal de Ayacucho, se devuelva a su viuda para que la conserve, como una prueba del amor que siempre he profesado al expresado Gran Mariscal.

Mando a mis Albaceas se den las gracias al Sr. Gral. Roberto Wilson por el buen comportamiento de su hijo el Coronel Belford Wilson, que tan fielmente me ha acompañado hasta los últimos momentos de mi vida.

Para cumplir y pagar este mi textamento y lo en el contenido, nombro por mis Albaceas textamentarios, fidei comisarios, tenedores de bienes a los Sres. Gral. Pedro Briceño Méndes, Juan de Francisco Martín, Dr. José Vargas, y el Gral. Laurencio Silva, para que de mancomún et insolidum entre en ellos, los beneficien y vendan en almoneda o fuera de ella, aunque sea pasado el año fatal de Albaceasgo pues yo les prorrogo el demás tiempo que necesiten, con libre franca, y general administración.

Y cumplido y pagado este mi textamento y lo en el contenido instituyo y nombro por mis únicos y universales herederos en el remanente de todos mis bienes, deudas, derechos y acciones, futuras sucesiones en el que haya sucedido y suceder pudiere, a mis hermanas María Antonia y Juana Bolívar y a los hijos de mi finado hermano Juan Vicente Bolívar, a saber, Juan, Felicia y Fernando Bolívar, con prevención de que mis bienes deberán dividirse en tres partes, las dos para mis dichas hermanas, y la otra parte para los referidos hijos de mi indicado hermano Juan Vicente, para que lo hayan, y disfruten con la bendición de Dios.

Y revoco, anulo, y doy por de ningún valor ni efecto otros testamentos, codicilos, poderes y memorias que antes de este haya otorgado por escrito, de palabra o en otra forma para que no prueben ni hagan fe en juicio, ni fuera de el, salvo el que presente que ahora otorgo como mi última y deliberada voluntad, o en aquella vía y forma que mas haya lugar en derecho. En cuyo testimonio así lo otorgo en esta hacienda San Pedro Alejandrino de la comprensión de la ciudad de Santa Marta a diez de diciembre de 1830.

Y su excelencia el otorgante a quien yo, infrascrito, Escribano Publico del Número certifico que conozco, y de que al parecer está en su entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, así lo dijo, otorgó y firmó por ante mí en la casa de su habitación, y en éste mi Registro Corriente de Contratos Públicos siendo testigos los S.S.: Gral. Mariano Montilla, Gral. José María Carreño, Coronel Belford Hinton Wilson, Coronel José de la Cruz Paredes, Coronel Joaquín de Mier, Primer Comandante Juan Glenn y el Dr. Manuel Pérez Recuero, presentes.

Ante mí, José Catalino Noguera, Escribano Público.


Tumba del Libertador Simón Bolívar

Acontecimientos del 16 de diciembre





1602 en México, Sebastián Vizcaíno “descubre” la bahía de Monterrey, en la que funda el puerto del mismo nombre.




1773 en Boston, un grupo de colonos disfrazados de indios mohawk escalan los navíos británicos cargados de cajas de té y las arrojan al mar, lo que supone el inicio de la Revolución estadounidense.




1811 Combate de Sansana, enfrentamiento entre el Ejército del Norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata al mando de Dorrego que vence a las fuerzas realistas del Ejército Real del Perú.




1904  Se crea el Instituto Nacional del Profesorado Secundario, por el Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Dr. Joaquín V. González.




1914 Egipto es convertido a la fuerza en protectorado del Reino Unido.




1935 en España se constituye el Frente Popular, liderado por Manuel Azaña y formado por republicanos, socialistas, comunistas y nacionalistas vascos.




1936 en México, el presidente Lázaro Cárdenas del Río  dispone la creación de un parque nacional de Citlaltépetl, de 19.750 ha, que engloba el cono volcánico y su área circundante




1941 Para acallar las protestas contra la neutralidad argentina en la 2da Guerra Mundial, el presidente Ramón Castillo declaró el estado de sitio




1948 Camboya se independiza de la Unión Francesa.




1959 Por 1ra vez Argentina juega un partido clasificatorio para los JJ OO, (Roma 1960). En el estadio nacional de Santiago de Chile, vence al local por 5 a 1, con goles de Bonano(2); Bilardo, Pérez y Juan C. Rodríguez.




1973 Ya cumplidos los 70 años, Irineo Leguizamo consiguió el último triunfo de su carrera como jockey. En San Isidro ganó con Mac Honor, caballo propiedad de “Palito” Ortega




1980 El seleccionado suizo se presenta por 1ra vez en el país y en el estadio del Chateau Carrera, Argentina le gana por 5 a 0. Los goles del equipo dirigido por Menotti los señalaron Ramón Díaz; Leopoldo Luque; Daniel Valencia; Diego Maradona y Daniel Passarella, este último de penal.




1982 Se realiza la “Marcha por  “Por la Democracia y la Reconstrucción Nacional”, organizada por la Multipartidaria, junto a la CGT, las organizaciones de DDHH  y estudiantiles contra la dictadura. Es asesinado Dalmiro Flores, obrero metalúrgico




1989 en Rumania comienza la Revolución Rumana de 1989. 





1993 en la ciudad de Santiago del Estero se realiza una revolución popular conocida como el “Santiagueñazo” provocando la renuncia del Gob Mugica  





1997 en Japón 685 niños son hospitalizados, víctimas de ataques epilépticos, por haber presenciado este episodio de Pokemón

 



2002 en Lusaka (Zambia) se firma el Acuerdo de Lusaka, que establece las bases del proceso de paz que finalizarían la Segunda Guerra del Congo. 




·  Nacimientos del 16 de diciembre




1485 nace Catalina de Aragón, noble española y reina consorte inglesa de Enrique VIII. Su divorcio provocó la separación de la Iglesia católica de Inglaterra



1770 nace Ludwig van Beethoven, el gran compositor alemán. #QueDijo? 




1775 nace Jane Austen, escritora británica. Autora de “Orgullo y prejuicio”




1778  Nace José Eusebio Colombres,  sacerdote y político argentino. Diputado constituyente por Catamarca y uno de los firmantes del Acta de la Independencia en 1816.




1884   Nace en Lima, Carlos Monge Medrano, médico que realizó el primer estudio sobre el mal de altura, también llamado "soroche".





1902 nace el gran Rafael Alberti, poeta español de la Generación del 27. Perseguido  por la dictadura franquista x comunista
 



1917 nace Arthur C. Clarke, escritor y pedófilo británico. Autor de “2001” #ConLosPibesNo!!!




1928 nace Philip K. Dick, limado escritor yanqui de ciencia ficción. “El vengador del futuro” está basado en un cuento de este capo!



1946 nace Benny Andersson, músico y cantante sueco de ABBA.

 

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1949 nace Billy Gibbons, violero y cantante yanki de ZZ Top. #BARBA!!!





1950 nace Roy Schuiten, mítico ciclista holandés, fallecido en 2006




1951 nace el mostro de Robben Ford, guitarrista estadounidense de blues y jazz





1975 nace Benjamín Kowalewicz, cantante canadiense de Billy Talent. 


 



·  Defunciones del 16 de diciembre




1859 fallece Wilhelm Grimm, lingüista y mitólogo alemán. Uno de los Hnos Grimm




1839 Muere José Gregorio Fernández de Paredes, científico, epidemiólogo, médico y político peruano. Creador del Escudo Nacional del Perú.




1866 muere Gervasio Espinosa, militar argentino que participó en la guerra de independencia y en la guerra civil por el bando federal




1965 fallece Somerset Maugham, escritor británico. Autor de “Servidumbre humana” y “El filo de la navaja” #ObrasMaestras!




1966  Muere Juan Ignacio San Martín, militar e Ingeniero argentino. Fue Director del Instituto Aerotécnico (1944) y desarrolló la construcción de aviones de fabricación nacional. Junto a un grupo de especialistas aeronáuticos extranjeros, en 1948 desarrolla los aviones Pulqui I y II. Fue gobernador de Córdoba y Ministro de Aeronáutica hasta el derrocamiento de Perón, donde es desplazado y encarcelado, optando por radicarse en Houston, hasta su muerte.




1982 Es asesinado Dalmiro Flores durante la Marcha contra la dictadura organizada por la Multipartidaria




1982 fallece Colin Chapman, fabricante de automóviles e ingeniero británico. Dueño de la marca Lotus




1989 fallece Oscar Alfredo Gálvez, mítico piloto de carreras argentino. 5 veces campeón de Turismo carretera!






1989 fallece la bella Silvana Mangano, actriz italiana. La rompió en “Arroz amargo” y “Muerte en Venecia” entre muchas

16 de diciembre de 1982: 30 años del asesinato de Dalmiro Flores





Dalmiro era el séptimo hijo de Asencio Flores y Dominga Mamani, había nacido en Camposanto, a 60 km. de la ciudad de Salta, el 1° de diciembre de 1954. Luego de trabajar en la finca alquilada por sus padres y concluida su escuela primaria, se emplea en Salta como albañil y electricista. 


 Dalmiro Flores


Luego al escasear el trabajo se viene para Buenos Aires con su sencillez y su guitarra a cuestas. Aquí consigue trabajo como obrero metalúrgico en Decker S.A. primero y luego en la planta industrial de Marshall, un par de meses antes de su absurda muerte. Así que por su actividad, estaba afiliado a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Y tres días antes de su muerte también se afilió al Peronismo.


 Fue asesinado en Plaza de Mayo al término de la marcha de la Multipartidaria en repudio a la dictadura militar, denominada “Por la Democracia y la Reconstrucción Nacional”, el jueves 16 de diciembre de 1982. 




Cerca de las 20.10 hs., sobre la esquina del Cabildo donde se juntan Bolívar, Diagonal Sur e Hipólito Yrigoyen, apareció un Ford Falcon verde, chapa C-850.276 con cuatro policías de civil. Una de ellos, cerca de 40 años, 1,75 m de estatura, camisa de mangas cortas, verde a cuadros, por afuera del pantalón, bajó ante el tumulto de la gente reunida y se dirigió hacia donde estaba Dalmiro Flores gritándole: “¡Pará hijo de puta o te mato...!”, para luego dispararle desde 5 metros sobre su espalda, a la altura de la cintura, provocándole la muerte, en tanto remataba su acción con un nuevo improperio: “¡Moríte peronista hijo de mil puta...!”.




 Nunca se supo quién mató a Dalmiro. Fue uno de los últimos crímenes impunes de la dictadura militar en retirada. Una de las razones para explicar lo inexplicable, su muerte absurda, es que en la Planta Decker trabajaba sin protector auditivo, por lo que se había lesionado gravemente los oídos y al estar en la Plaza de Mayo de espaldas a los policías que venían a cazar gente y debido a su lesión auditiva, es muy probable que no haya escuchado la voz de alto ni muchos de los sonidos que lo rodeaban. El cuerpo fue entregado a sus familiares desnudo, sin la ropa, el reloj y el dinero que llevaba Dalmiro Flores consigo, al momento de su asesinato. Y en su Salta natal, las autoridades cívico-militares no permitieron a sus deudos que lo velaran, porque temían un salteñazo; tal era la indignación popular.