jueves, 31 de enero de 2013

1ro de febrero de 1978, la extraña muerte del cantor



La madrugada del 31 de enero de 1978, mientras viajaba a caballo rumbo a Yapeyú, acompañado de otro jinete, para depositar un cofre con tierra de Bolougne Sur Mer en homenaje al general José de San Martín, el folklorista Jorge Cafrune fue atropellado por una camioneta Rastrojero. Pasó demasiadas horas tirado agonizando en la ruta con las costillas incrustadas en los pulmones, y murió al día siguiente. Al Rastrojero y a su conductor se los tragó la noche: sólo mucho después pudo conocerse un nombre que genera más dudas que certezas: Héctor Emilio Díaz, un joven de 19 años, que supuestamente venía tomado y sin luces, susurrado no sin temor por los vecinos de Benavídez.

Yamila, la hija mayor del mítico hacedor de tantas canciones inolvidables, tenía entonces 12 años. A los 18 elegiría la carrera de abogacía. “Siempre sostuve la idea de que es posible hacer justicia hablando con la verdad, pero desde que pasó lo de mi papi supe lo que es empezar por casa”, dice Yamila. “Hasta el ‘83 fue imposible averiguar nada. Ese año empecé la facultad, y con mi madre y mis hermanas intentamos por todos los medios encontrar algún otro dato. Pero la investigación llegó a un punto muerto”, refirió en una entrevista en Página 12.



Sin embargo, dice Yamila, hay numerosas conjeturas posibles. “Que detrás del accidente estuvo Gendarmería, o la Triple A. Es sabido que López Rega dijo que Cafrune era más peligroso con una guitarra que un ejército con armas. Es sabido que sus discos estaban prohibidos: En Radio Nacional de Córdoba guardan un disco que tiene los temas que no podían pasarse tachados con birome en la tapa y rayados con un clavo adentro. Entre ellos estaba Zamba de mi esperanza. ¿Sabés cuál era la palabra prohibida...? Era la palabra esperanza”.

En el festival de Cosquín de enero de 1978 cuando el público le pidió Zamba de mi Esperanza, prohibida según los absurdos criterios dictatoriales, Cafrune accedió, haciendo hincapié en que el tema no estaba  “en el repertorio autorizado”. No conforme con eso, la emprendió a continuación con El Orejano. Según testimonios que se consignan en el informe “Nunca Más”, tras la presentación en Cosquín, la muerte del “Turco” se habría planeado en “La Perla”.


Graciela Geuna, sobreviviente del aquel siniestro campo clandestino de concentración, declaró haber escuchado cómo el por entonces teniente primero Carlos Enrique Villanueva dispuso en ese lugar la muerte del folklorista, luego de que éste cantara en Cosquín. “Esto no deja de ser una conjetura, algo que alguien dice que escuchó”, apunta Yamila en una entrevista con Página/12. “Nosotros preferimos creer que fue un accidente. Llegó un punto en que priorizamos nuestra salud mental. La decisión de la familia es llegar hasta acá”, resume.


En el libro “Jorge Cafrune, memoria de un hombre libre” de Héctor Ramos, se menciona el anuncio que Cafrune hizo de esa travesía y dice que el cantor expresó al respecto: “Me amenazaron diciéndome que si hago el viaje moriré. Dicen que un zurdo no puede mancillar la tierra de San Martín. Siempre dije que no soy comunista, que soy nacionalista con `c` y no con `z` y que no me alineé como cantor de protesta. Yo le canto al pueblo”.

Salvador Horacio Paíno
Según afirma uno de los fundadores de la nefasta Triple A, Salvador Horacio Paíno, Cafrune fue asesinado por órden del el ex ministro de Bienestar Social, José López Rega, en su libro “Historia de la Triple A”, del que es autor.

Según las revelaciones de Paíno en Uruguay, "Cafrune no podía ser ejecutado secuestrado, sino que se necesitaba planificar algo más complejo para que quedara impune". Según el represor, la ejecución se hizo con una camioneta de color rojo y carrocería de madera, que fue conducida por "un joven camionero, que concurría en forma asidua al Ministerio de Bienestar Social para retirar papel que se derrochaba", dice el relato de Paíno…

Jorge Antonio Cafrune, nació en el Sunchal, Perico del Carmen, provincia de Jujuy, en la finca de sus padres, llamada "La Matilde", un 8 de agosto de 1937. Descendiente de familias sirios libaneses. Era natural entonces, que lo apodaran afectuosamente “El Turco”


 Vivió casi toda su infancia en la finca con sus padres, y cursó sus estudios en el colegio del Salvador, en la capital jujeña. Finalizados los mismos, se trasladó con toda su familia a la ciudad de Salta donde  trabajó en el bar Madrid, de su tío Ramsy Cafrune, primero tras del mostrador, y luego como mozo.

En el cumpleaños de un amigo, comenzó a cantar y se encontró con un par de jóvenes más, con quienes armó un conjunto. Fue así que en el mismo bar, cuatro changuitos jujeños, Luis Alberto Valdéz,  Tomás Campos, Gilberto Vaca y Jorge Cafrune, formaban el grupo folclórico "Las Voces de Huayra". Con ese nombre, grabaron su primer disco para  una compañía discográfica salteña llamada "H. y R.". Quiso la fortuna que Ariel Ramírez escuchara la grabación, y los convocara para actuar en Mar del Plata.


Mientras cumple el servicio militar en Jujuy, vuelve con su grupo para grabar en la Capital un nuevo disco, también con el sello Columbia.  


Ariel Ramirez

El grupo se disuelve por algunas diferencias entre los integrantes, pero vuelve a ser convocado por Ariel Ramírez, y conforma “Los Cantores del Alba” con Tomás Campos, Gilberto Vaca y Javier Pantaleón.


En 1960, debuta como solista en el "Centro Argentino" de la ciudad de Salta. Desde allí comienza su primera gira por las provincias del Chaco, Corrientes y Entre Ríos... Para pasar a Buenos Aires, donde es ignorado por los medios. Viaja entonces al Uruguay, debutando en el Canal 4 de ese país. Gracias al éxito obtenido, recorre por unos meses más el país y de allí pasa al Brasil, donde actúa en Río Grande do Soul, Pelotas, Santa Catalina, Brasilia, etc.

Jaime Dávalos

Nuevamente en Buenos Aires, actúa en un programa de televisión que por entonces tenía don Jaime Dávalos, quien lo invita para ir al Segundo Festival de Cosquín. En la peña de la Familia Castro lo escucha el Dr. Wisner, presidente de la Comisión del festival quien decide que esté en el festival.




Eligió para su debut la canción “El silbidito”, con la cual saldría “revelación de Cosquín”, consagrado por el aplauso del público. Corría el año 1962. Realiza varias giras por todo el país, entre ellas la más importante, que realizó por su cuenta y costo: "De a caballo por mi Patria'', gira en la cual viajó con camiones de agua, para los caballos, con una vaca lechera   , y todo un elenco de artistas. Sufrieron varias penurias económicas debido a que no siempre los lugares podían pagarles un cachet fijo o estable. Por lo tanto, muchas veces tenían que salir a cazar para poder comer...

Hugo del Carril
Ya instalado en Los Cardales, Pcia de Buenos Aires, es invitado a participar de una gira por EE.UU, junto a Hugo del Carril, siendo ambos  los más aplaudidos y provocando la sorpresa de toda la comitiva. Continúa su gira en el viejo mundo. La Madre Patria aceptó a éste hijo de Argentina con los brazos abiertos y las palmas preparadas para el aplauso permanente. Gracias al éxito obtenido regreso varias veces a Madrid, convirtiéndola en su segunda casa.


Debido a la fuerza y a las ideas mencionadas en su repertorio, era considerado un verdadero representante del pueblo (de todos los pueblos oprimidos por la economía y la sociedad consumista). Es por ello, que si bien era masiva y popular su fama, había personas a las que le molestaba su canto y su forma de decir las cosas.

 A pesar de la realidad política que vivía la Argentina, y habiendo varios artistas similares que fueron obligados a partir al exilio, él volvió para cantar lo que todos esperaban escuchar de él. Fue así que durante la época de la dictadura de Videla decide fatalmente, hacerle un homenaje al Gral. San Martín

Dejó un sin fin, e inimaginable número de gente que lo admiraba y lo amaba... Y que aún hoy, después de 35 años de faltar su presencia física, lo siguen recordando a través de su canto, su idea y sus palabras.


Fuentes:


www.folkloredelnorte.com.ar


www.Pagina12.com.ar


www.Ellibertario.com


www.elpais.com


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